Vagos recuerdos
de un pasado
se pierden en la mente
taciturna de quien
no sabe distiguir
entre la luz y las sombras
Ya no hay sonrisa ni llanto
sólo el silencio
que se clava
como daga
punzante y mortal
Mientras clama
por mantener
el eco de aquella
palabra olvidada
Ya no hay día
ni luz,
sólo la sombra
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