Sus ojos intentaron mirar al cielo en busca del sol y no lo hallaron, a pesar de eso debía seguir entre aquella abruma su camino de todos los días; ese mismo camino que ha transitado sin saber a donde lo lleva; arrastraba sus pies y sin darse cuenta el ruido de sus pasos alertó a alguien.
Escuchó una voz tenue que le decía:
- Oye, podrías ayudarme, he caído en el fango, he intentado salir pero con cada movimiento que hago me hundo más.
Volteó a mirar de donde provenía esa voz que lo había hecho detenerse y vio a un hombre de más de 50 años, que vestía bien y no parecía que llevara mucho tiempo allí, quizás apenas había caído, pero la tristeza en sus ojos demostraba que no sobreviviría mucho si lo dejaba allí.
Pensó un momento y se dijo así mismo, nada me cuesta, no importa si me detengo un momento, lo mismo da si ya el tiempo me abandonó en este recorrido; además hacia mucho que no se cruzaba con alguien en aquel camino.
Decidió ayudarlo, salió del camino y se le acercó al hombre, le tendió la mano, pero no lograba alcanzarlo por más que lo intentaba, entonces se acercó más y cayó al fango, sintió en sus pies un frío indescriptible que le helaba hasta el corazón, ese mismo que hacia tiempo había olvidado que era parte de si, ahora estaba cerca de aquel hombre, le tendió de nuevo su mano; pero la fuerza con que el hombre se asía provocaba que él se hundiera más, ya el fango le llegaba a las rodillas y él tampoco podía moverse, ahora estaban los dos hundidos en el fango …
Abro la ventana esperando que el viento te traiga y tu olor me invada.
Miro la luna buscando tu reflejo
en la noche clara.
Te busco amor y no te encuentro.
jueves, 3 de abril de 2008
Quisiera ser de nuevo niña para creer en imposibles Creer que tus manos sólo tocan mi cuerpo Que tus labios sólo besan mi boca Que tus palabras sólo susurran en mis oidos Que tu corazón late por mi...