La palabra sinceridad proviene del término latino "sincerum" que significa "sin-cera". Se dice que su uso se popularizó en la antigua Roma, donde los ciudadanos pudientes solicitaban estatuas para sus jardines y ante tanta demanda los escultores comenzaron a emplear la cera en sus esculturas para ocultar las imperfecciones de las mismas, pero con el sol la cera comenzaba a derretirse, dejándolas al descubierto.
Contigo no usé la cera para ocultar mis imperfecciones,
aún cuando temí que no te gustaran, me mostré ante tí tal cual.
Por eso hoy lo reafirmo...
Soy sincera cuando te digo Te Amo,
Soy sincera cuando mi cuerpo
se estremece con el tuyo.
Soy sincera cuando mi ojos te miran
y se convierten en una ventana para ti.
Soy sincera cuando mis labios te besan,
Soy sincera cuando me dejo llevar por la pasión
desenfrenada de este Amor
que todavía llevo conmigo,
aguardando a que la cera que cubre
Tu corazón se derrita
y deje a la luz la verdad
de tu inmenso Amor…