domingo, 15 de mayo de 2011

Eres mi Sol...

En el ocaso del día
me siento a contemplar tu partida.

Ausente
en las frías noches de luna,
tu recuerdo me reconforta,
eres el fulgor de mis días
el que calienta mi piel
y da luz a mi andar.

El insomnio perdura
hasta la aurora,
cuando salgo
a tu encuentro
esperando
que tu resplandor
inunde de luz
mi vida.